El carnaval de Puglia ostenta un récord extraordinario: el Carnaval de Putignano, nacido en 1394, es el más antiguo de Europa y ha alcanzado su 623ª edición en 2025. Esta celebración secular representa un fascinante entramado de tradiciones populares y rituales ancestrales que han moldeado la identidad cultural de la región.
Los orígenes secretos del carnaval pugliese
Las raíces del carnaval de Puglia se hunden en las antiguas celebraciones paganas, un patrimonio cultural que se remonta a la edad paleolítica. Las tradiciones carnavalescas en Puglia se caracterizan por una riqueza única de rituales y celebraciones que comienzan oficialmente el 17 de enero, día de Sant’Antonio Abad.
En el caso de Putignano, las festividades se prolongan más que cualquier otro carnaval italiano, desde el 26 de diciembre hasta el Martes de Carnaval. Estos festejos centenarios están enriquecidos por elementos distintivos como la Fòcara de Novoli, una imponente hoguera de 25 metros de altura celebrada desde hace más de 300 años, y máscaras simbólicas como Farinella, que representan la esencia más auténtica de la cultura local.
Los ritos paganos olvidados
En tiempos antiguos, las máscaras se utilizaban durante rituales tribales para alejar a los espíritus malignos. Posteriormente, en la Antigua Grecia, estos rituales evolucionaron primero en ceremonias religiosas y luego en representaciones teatrales. Durante el dominio romano, las celebraciones carnavalescas se enriquecieron con las Saturnales, fiestas caracterizadas por la inversión de las clases sociales.
En la Edad Media, estas costumbres se difundieron por toda Europa, a pesar de la oposición de la Iglesia que consideraba estos rituales contrarios al credo católico. Particularmente significativo es el caso documentado en 1727 en Putignano, cuando un jesuita fue llamado para «expulsar a los demonios» de un monasterio donde las monjas se habían disfrazado de sacerdotes para predicar a sus compañeras.
El significado de los símbolos antiguos
Los símbolos del carnaval pugliese están profundamente ligados a los ciclos de la naturaleza y al paso entre invierno y primavera. La Fiesta del Oso de Putignano, celebrada el 2 de febrero durante la Candelaria, representa un ejemplo emblemático de esta conexión. Según las creencias populares, las condiciones meteorológicas de este día predicen la duración del invierno: si llueve o nieva, el invierno está por terminar; si el tiempo es suave, la primavera está aún lejos.
Las danzas rituales como la pizzica, la tarantella y la cuadrilla no son simples bailes sino verdaderas ceremonias con significados simbólicos vinculados a la fertilidad y al despertar de la naturaleza. En Ostuni, la «Noche de los Cucibocca» ve grupos de bailarines enmascarados con trajes inquietantes que representan espíritus de la naturaleza, moviéndose al ritmo hipnótico de tambores y acordeones.
Tradiciones ocultas de los pequeños pueblos
En los pequeños pueblos de Puglia, las tradiciones del carnaval mantienen todavía hoy un encanto particular, custodiando secretos transmitidos de generación en generación. En San Ferdinando di Puglia, el Carnaval Ofantino Sanferdinandese ha renacido después de 30 años gracias a la colaboración entre Pro Loco, Ayuntamiento y asociaciones locales.
Las máscaras olvidadas
Cada pueblo conserva sus propias máscaras características, cada una con una historia única. En Massafra, Lu Pagghiuse representa a un campesino con vestimenta típica, alforja y cupa cupa. En la misma ciudad, Gibergallo, un payaso con frac y un gallo atado, recuerda la figura de Gilberto Gallo, un ciudadano que amaba disfrazarse así. En Aradeo, Lu Sciacuddhuzzi, un pequeño gnomo travieso, anima todavía las noches del carnaval.
Los rituales familiares transmitidos
Las familias de los pueblos comienzan los preparativos meses antes del evento, dedicándose a la realización de disfraces y carrozas alegóricas. En Manfredonia, el desfile de las Maravillas involucra especialmente a los más pequeños, con las familias comprometidas en la creación de elaborados disfraces. Análogamente, en Sammichele, persiste la antigua costumbre de las familias de organizar fiestas de carnaval en casa, antiguamente utilizadas como ocasión para concertar matrimonios.
Las danzas secretas de la comunidad
En las callejuelas y plazas de los pueblos, la pizzica domina todavía las celebraciones carnavalescas. En Taranto, los enmascarados bailan tradicionalmente con el Sciummute, el jorobado que trae buena suerte. La tradición quiere que tocar la joroba del enmascarado traiga fortuna, según una antigua creencia cristiana.
En San Ferdinando, el carnaval se articula a través de los barrios: «Olivo«, «Alcachofa«, «Melocotón» y «Uva«, cada uno representante de los orígenes agrícolas y sociales del territorio. La manifestación culmina con un gran desfile guiado por la banda de la ciudad y tres mascotas simbólicas: el Rey del desfile, Torretta y Montagnola.
Los sabores secretos del carnaval
La tradición culinaria del carnaval pugliese custodia sabores antiguos y recetas secretas, transmitidas de generación en generación como preciosos tesoros familiares.
Recetas tradicionales poco conocidas
En el Gargano, la farrata representa una auténtica especialidad: un panzerotto relleno de ricotta de oveja, mejorana, farro y canela. Análogamente, los raviolis dulces salados unen un contraste único entre el relleno azucarado de ricotta y canela y el condimento con salsa de carne y salchicha.
Los Dedos de los Apóstoles, tortillas finísimas enrolladas y rellenas de ricotta azucarada y canela, encarnan la elegancia de la repostería tradicional. Además, las Almendras rizadas, conocidas en dialecto como «mennuli rizze«, constituyen una especialidad típica de Francavilla Fontana.
El significado de los dulces rituales
Cada dulce del carnaval pugliese encierra significados profundos. Las pettole, pequeñas frituras de masa leudada preparadas exclusivamente con harina, agua y levadura de cerveza, simbolizan la abundancia antes del período cuaresmal.
La cicerchiata, preparada con cilindros de pasta fritos y sumergidos en un baño de miel y anís, representa la dulzura de la fiesta. Las cartellate, cintas de pasta fina dobladas formando rosas y bañadas en vincotto, testimonian la habilidad de las familias pugliese en la preparación de dulces tradicionales.
Un lugar especial ocupa los Tenerelli, confites típicos del carnaval ligados a la tradición de la «petresciata«: durante este período, los novios acudían a las casas de sus amadas para lanzarles estos dulces, símbolo de fertilidad y prosperidad para los futuros esposos.
Ritos nocturnos y celebraciones místicas
En las noches del carnaval pugliese, antiguos rituales místicos cobran vida, transformando las calles en escenarios de celebraciones ancestrales. Estos momentos mágicos revelan un lado oculto de la fiesta, donde lo sagrado y lo profano se funden en una única expresión cultural.
Las procesiones secretas
Durante el período carnavalesco, procesiones nocturnas atraviesan los pueblos pugliese, creando atmósferas sugestivas. En Massafra, la Acchianata representa un momento particularmente significativo, cuando máscaras y figurantes ascienden por la gravina en un cortejo que mezcla elementos paganos y cristianos.
En Ostuni, la «Noche de los Cucibocca» tiene como protagonistas a bailarines enmascarados con trajes inquietantes que, al ritmo hipnótico de tambores y acordeones, encarnan los espíritus de la naturaleza. Análogamente, el martes de carnaval en Putignano concluye con una procesión funeraria única: un cortejo de figurantes con vestiduras sacerdotales acompaña a un cerdo de cartón piedra, símbolo de los excesos del carnaval.
Los cantos rituales de la tradición
Los cantos rituales del carnaval pugliese siguen un calendario preciso, ligado a los ciclos agrícolas. Grupos itinerantes de cantores, acompañados por acordeonistas, se desplazan de masería en masería, actuando en las eras o en las encrucijadas. Estos momentos de compartir atraen a los habitantes que, al sonido de las primeras notas, salen de sus casas para unirse a las celebraciones.
Particularmente sugestivos son los cantos de la Grecìa salentina, ejecutados durante la semana precedente al Domingo de Ramos. Campesinos de Martano y otros pueblos del área, vistiendo ropas festivas y portando ramas de olivo adornadas con cintas coloridas y naranjas, cantan la pasión de Cristo en las plazas y en las aldeas.
Conclusión
El carnaval pugliese representa ciertamente uno de los tesoros culturales más preciosos de Italia, transmitido a través de siglos de historia y tradición. Esta celebración secular une elementos paganos, rituales cristianos y tradiciones populares que hacen de cada pueblo de la región un custodio de memorias únicas.
Desde las antiguas máscaras como Lu Pagghiuse hasta las recetas secretas como la farrata del Gargano, cada aspecto del carnaval pugliese cuenta una historia particular. Las procesiones nocturnas, los cantos rituales y las danzas tradicionales testimonian un patrimonio cultural extraordinario que continúa viviendo gracias a las comunidades locales.
Sin duda, el Carnaval de Putignano sigue siendo el símbolo principal de esta tradición, siendo el más antiguo de Europa. Sin embargo, son precisamente las pequeñas celebraciones en los pueblos menos conocidos las que custodian la esencia más auténtica del carnaval pugliese, donde antiguos rituales y sabores tradicionales se funden creando una experiencia cultural única.
Esta fiesta secular demuestra cómo las tradiciones populares pugliese, a pesar del paso del tiempo, mantienen intacta su capacidad de unir a las comunidades y transmitir un patrimonio cultural precioso a las nuevas generaciones.